Si ya estaba perdida en gran medida la batalla del valor científico de la palabra Ecología (
ver), la intromisión desacertada de ciertas universidades y la iglesia no ayuda ni de lejos en devolverle el valor real que encierra su definición. Esto viene en relación al
congreso de ecología que organiza la santa sede (y organizaciones, estamentos,... afines) en la
Expo de Zaragoza. Para muchos de vosotros todo esto no será novedoso, pero me parece adecuado
referirme aquí a dos artículos periodísticos sobre el tema surgidos recientemente, principalmente porque en ellos se observa que los
Ecólogos, verdaderos estudiosos de la Ecología, no tienen nada que ver con esa falacia clerical. Por ello, recomiendo una lectura de
esto y
esto (algunos de los comentarios aportados merecen también ser leídos). Si la Expo da la imagen de España al mundo, desde luego tendremos una mala imagen en lo que se refiere a ciencia.