De manera general, las cajas nidos más utilizadas, principalmente debido a su coste, son las clásicas cajas tipo párido construidas en madera. El problema de estas cajas es su vulnerabilidad a la intemperie, lo que conduce a su gran deterioro en pocos años. Además, de no hacerse un seguimiento conciso de las cajas, año tras año estas acumulan material procedente de los nidos de las aves. Este material, además de aumentar el peso de la caja y favorecer su deterioro también representa un perjuicio para las propias aves reproductoras. En este contexto, se ha visto que los herrerillos que ocupaban cajas con nidos antiguos se veían afectados en su masa corporal y en el éxito reproductor, debido principalmente a las mayores abundancias de ectoparásitos presentes en estos nidos (2). Esto apoya el hecho de que la colocación de nidales artificiales tiene que ir acompañado de un seguimiento y mantenimiento de los mismos, con el fin de no perjudicar a las poblaciones que los ocupen.
Por otro lado, estudios más recientes, como el que puede encontrarse en el número del mes de Abril de la revista Quercus (3), ponen de manifiesto que otros modelos de cajas nido podrían resultar más beneficiosos para las aves que los clásicos modelos de madera. En el estudio citado, los autores relatan que las cajas nido construídas con la mezcla de cemento y serrín ofrecen a las aves una mayor protección frente a depredadores (como los pico picapinos los cuales rompen con facilidad las cajas de madera y devoran a los polluelos) y suponen una mejor defensa térmica (a las condiciones ambientales en el exterior de la caja) frente a las cajas de madera. Esto, unido a factores que explicaremos un poco más adelante, desencadena en la mayor preferencia de las aves por utilizar nidales construidos con esa mezcla de cemento y serrín que por los modelos clásicos construídos en madera. Además, este estudio desarrollado principalmente con gorrión molinero, pone de manifiesto que las parejas que utilizaron nidales de cemento y serrín iniciaron antes la puesta de sus huevos y los incubaron durante un periodo de tiempo más reducido hasta que se produjo la eclosión. Dados los enormes costes que suponen la incubación de los huevos de las aves, máxime cuando las condiciones ambientales no son propicias (ver al respecto 4, como un magnífico ejemplo de comportamiento en aves) estos nidales podrían ofrecer un mejor sustento para la conservación de las poblaciones de aves en peligro.
(1). Sanz, J.J. Cajas-nido para aves insectívoras forestales. Colección Naturaleza y Medio Ambiente. Caja Segovia.
2 comentarios:
Hombre, mucho mejor una casita calentita q una chamicillo, digo yo.
Saludos, quiero información, si la hay, de como poder hacer las cajas nido de cemento-serrin, que solo las encuentro de venta, pero me gustaria poder hacerlas yo mismo.
Gracias
oscardelacentral@gmail.com
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