Desde que Gordon Gallup realizase sus famosos estudios de la marca en la frente en chimpancés, se ha hablado mucho acerca de la posible autoconciencia de chimpancés, bonobos y gorilas, tanto que hoy casi es ya un dogma. Pero los datos a favor de esta visión no parecen ser tan elocuentes como los defensores de esta idea tratan de hacer ver. Gallup colocaba a los chimpancés durante diez días frente a un espejo y el día 11 les anestesiaba y les pintaba una marca roja en la frente. Cuando se despertaban se colocaban delante del espejo y se contaban las veces que se tocaban la marca de la frente (en comparación con el número de veces que se tocaban la frente cuando no tenían dicha marca).
Los chimpancés, al ser expuestos por primera vez a un espejo suelen mostrar un comportamiento similar al que mostrarían si el que hubiese en la imagen fuese otro congénere. También les sucede esto a monos no antropoides o a los perros, que finalmente terminan por ignorar la imagen del espejo. En los monos antropoides ocurre que con el tiempo comienza a observarse cómo, mirándose en el espejo, se espurgan o buscan comida entre sus dientes.
El problema es que estos estudios no pueden diferenciar claramente si lo que ve el mono en el espejo es a sí mismo o a otro de su misma especie. Por ejemplo, suelen pasar más tiempo delante del espejo cuando tienen la mancha roja que cuando no la tienen, pero eso puede deberse sencillamente a que tras diez días viendo la misma imagen el día 11 aparece una imagen diferente que requiere una mayor atención. Por otro lado, el hecho de que se espurguen o se examinen (las llamadas conductas autodirigidas) se suelen dar cuando un chimpancé se encuentra cerca de otros de su misma especie (por lo tanto sería difícil diferenciar si se dan porque él se ve en el espejo o porque piensa que hay otro mono cerca). Por otro lado, otros trabajos con chimpancés no han podido reproducir esos resultados de la marca (de 11 chimpancés sólo uno se tocó la marca durante la prueba y sólo tres mostraron conductas autodirigidas).
Por último, se ha visto que el tamarino de cabeza algodonada, que es un mono no antropoide, también responde a la prueba de la marca (en este caso lo que se hace es pintar el penacho de pelo blanco sobre su cabeza), pero otras pruebas muestran que estos monos no tienen teoría de la mente, por lo que Marc Hauser, autor del estudio, sugirió que equiparar autoconciencia y y reconocimiento en el espejo podría ser una pista falsa.
Se han propuesto otras pruebas de autoconciencia en elefantes, delfines o monos, que son capaces de encontrar comida escondida mediante el reflejo en un espejo o la imagen de su cuerpo en un monitor. El problema es que existe una forma más sencilla de explicar este comportamiento y que no requeriría de autoconciencia para llevarla a cabo, aunque sí de inteligencia por parte de estos animales. No es necesario que el elefante sepa que la trompa que está en el espejo es la suya, le basta con descubrir que cuando la trompa toca la comida en el espejo, su trompa también toca la comida. Es una cuestión de retroalimentación visual, que nada tendría que ver con la autoconciencia y que también tendría que ver con cómo los primates se tocan la marca en el espejo.
Con todo esto no quiero decir que los primates no tengan autoconciencia. Sencillamente no lo sé. Pero creo que las pruebas de que disponemos actualmente no nos permiten afirmarlo categóricamente, como suelen hacer muchos primatólogos y ecologistas, pues existen otras explicaciones alternativas a los resultados experimentales que podrían ser igualmente válidas y que no implicarían la existencia de autoconciencia en estas otras especies. Sin embargo, aunque no tuvieran autoconciencia, eso no sería óbice para que se ampliasen ciertos derechos de disfrute exclusivo de los humanos. Pero este ya es otro tema del que hablaremos largo y tendido.
Bibliografía:
-Budiansky, S., “Si los animales hablaran...no los entenderíamos”, Ateles Editores, 2001.
-Hauser, M., (1995), Self-recognition in Primates: Philogeny and the salience of species-typical features, PNAS 92: 10811-14.
-Swartz,K.B. y Evans, S., (1991), Not all chimpanzees (Pan troglodites) show self recognition”, Primates 32: 483-96.
Los chimpancés, al ser expuestos por primera vez a un espejo suelen mostrar un comportamiento similar al que mostrarían si el que hubiese en la imagen fuese otro congénere. También les sucede esto a monos no antropoides o a los perros, que finalmente terminan por ignorar la imagen del espejo. En los monos antropoides ocurre que con el tiempo comienza a observarse cómo, mirándose en el espejo, se espurgan o buscan comida entre sus dientes.
El problema es que estos estudios no pueden diferenciar claramente si lo que ve el mono en el espejo es a sí mismo o a otro de su misma especie. Por ejemplo, suelen pasar más tiempo delante del espejo cuando tienen la mancha roja que cuando no la tienen, pero eso puede deberse sencillamente a que tras diez días viendo la misma imagen el día 11 aparece una imagen diferente que requiere una mayor atención. Por otro lado, el hecho de que se espurguen o se examinen (las llamadas conductas autodirigidas) se suelen dar cuando un chimpancé se encuentra cerca de otros de su misma especie (por lo tanto sería difícil diferenciar si se dan porque él se ve en el espejo o porque piensa que hay otro mono cerca). Por otro lado, otros trabajos con chimpancés no han podido reproducir esos resultados de la marca (de 11 chimpancés sólo uno se tocó la marca durante la prueba y sólo tres mostraron conductas autodirigidas).
Por último, se ha visto que el tamarino de cabeza algodonada, que es un mono no antropoide, también responde a la prueba de la marca (en este caso lo que se hace es pintar el penacho de pelo blanco sobre su cabeza), pero otras pruebas muestran que estos monos no tienen teoría de la mente, por lo que Marc Hauser, autor del estudio, sugirió que equiparar autoconciencia y y reconocimiento en el espejo podría ser una pista falsa.
Se han propuesto otras pruebas de autoconciencia en elefantes, delfines o monos, que son capaces de encontrar comida escondida mediante el reflejo en un espejo o la imagen de su cuerpo en un monitor. El problema es que existe una forma más sencilla de explicar este comportamiento y que no requeriría de autoconciencia para llevarla a cabo, aunque sí de inteligencia por parte de estos animales. No es necesario que el elefante sepa que la trompa que está en el espejo es la suya, le basta con descubrir que cuando la trompa toca la comida en el espejo, su trompa también toca la comida. Es una cuestión de retroalimentación visual, que nada tendría que ver con la autoconciencia y que también tendría que ver con cómo los primates se tocan la marca en el espejo.
Con todo esto no quiero decir que los primates no tengan autoconciencia. Sencillamente no lo sé. Pero creo que las pruebas de que disponemos actualmente no nos permiten afirmarlo categóricamente, como suelen hacer muchos primatólogos y ecologistas, pues existen otras explicaciones alternativas a los resultados experimentales que podrían ser igualmente válidas y que no implicarían la existencia de autoconciencia en estas otras especies. Sin embargo, aunque no tuvieran autoconciencia, eso no sería óbice para que se ampliasen ciertos derechos de disfrute exclusivo de los humanos. Pero este ya es otro tema del que hablaremos largo y tendido.
Bibliografía:
-Budiansky, S., “Si los animales hablaran...no los entenderíamos”, Ateles Editores, 2001.
-Hauser, M., (1995), Self-recognition in Primates: Philogeny and the salience of species-typical features, PNAS 92: 10811-14.
-Swartz,K.B. y Evans, S., (1991), Not all chimpanzees (Pan troglodites) show self recognition”, Primates 32: 483-96.
Ver también en este blog: Inteligencia animal (I)
9 comentarios:
Felicidades por tu blog. lo he descubirto recientemente...
me impresiono encontrar un blog con este titulo, es practicamente el mismo titulo que le pondria yo al blog perfecto jejjeje.
Estoy de acuerdo con tu conclusion, no creo que el espejo sea un buen sistema, es antropocentrista como el que mas.
Nos guiamos por nuestra propia realidad, nuestros sentidos y nuestras construcciones mentales, esperando que la evolucion lleve a todo ser por el mismo camino, como si aun creyesemos ser el destino evolutivo.
No es la primera vez que le hago esta pregunta a alguien, que metodo propondrias tu para buscar la autoconsciencia en otros seres?
un saludo
TAY.
Hola Antonio, gracias por los elogios. Me alegro de que te guste el nombre. A nosotros también nos parece que dice mucho de lo que pretendemos con este blog.
Coincido contigo en que no debemos creernos el centro del Universo y mucho menos el producto final de la evolución. No somos más que una rama de un inmenso árbol y el hecho de que otros seres vivos no presenten autoconciencia, lenguaje o sistema nervioso no dice nada en favor o en contra de que sean más o menos evolucionados que nosotros. Cada especie presenta aquellas capacidades que le son útiles para desenvolverse en su ambiente, ni más ni menos.
En cuanto al experimento para poder dilucidar si otra especie presenta autoconciencia, reconozco que me es muy difícil imaginar uno. El problema, claro, está en el lenguaje. Es posible que algunas de las pruebas presentadas apoyen la idea de autoconciencia en otros animales, pero no creo que sean definitivas. De hecho, me resulta difícil hacerlo en humanos si no es mediante la ayuda del lenguaje. ¿Cómo saber si un chimpancé piensa sobre sí mismo y se sabe distinto de otros? Algunos de los que han estudiado el lenguaje mediante signos en chimpancés dicen que a veces tienen conversaciones consigo mismos, pero estas interpretaciones también me parecen un tanto desproporcionadas. De hecho, en algún momento comentaré también los problemas en los experimentos con primates y lenguaje de signos y lexigramas. En fin, lo que quería era criticar la sobredimensión que se da a veces a resultados que no tienen por qué apuntar al resultado final que se persigue (al menos no de forma irrefutable). Aún así trataré de pensar un modo de estudiar la autoconciencia que pudiera resultar revelador (pero creo que si existiera algún método de ese tipo ya alguien lo habría probado)
Estoy de acuerdo contigo, no se demuestra contundentemente que tengan autoconsciencia. Pero yo tampoco diría que ésta no es la explicación más parsimoniosa. De hecho hay pruebas con otros animales, por ejemplo con cuervos, que muestran que los animales son capaces de un cierto entendimiento abstracto del medio.
Evidentemente no hay forma de saber qué piensa un animal, esa es la ventaja que tenemos al estudiarnos a nosotros mismos, que lo tenemos "algo" más fácil. Sin embargo al estudiar algunos animales se encuentran ciertas habilidades cognitivas que nos pueden llevar a suponer que tienen un cierto pensamiento abstracto para la solución de problemas por ejemplo. En el caso de los cuervos (estudio publicado hace poco en el que unos cuervos sacaban con un alambre un cubo mini) me parece que suponer un cierto pensamiento abstracto es la conclusión más parsimoniosa. Para afirmar lo contrario podríamos buscar pruebas de que no es cierto.
Un post muy interesante y que nos puede ayudar a reflexionar sobre estos experimentos.
Saludos ;)
Es decir, que estoy de acuerdo con lo que comentas de que lo que piensan los primates no hay que darlo por sentado, pero unos seres tan cercanos evolutivamente y que se parecen tanto a nosotros, cuando actuan de forma similar a como lo hacen los humanos en situaciones similares, la explicación más parsimoniosa yo creo que es precisamente la que se suele hacer.
Siendo evolutivamente tan cercanos es la que tiene más sentido (habría que mirar experiencia por experiencia, pero tampoco creo que sean tan equivocadas las conclusiones que se suelen dar).
Podríamos sustituir "son autoconscientes" por "parece que lo son" hasta que se demuestre o encontemos que no es así (que podría ser tb).
Así lo veo yo por lo menos.
Saludos
Hola de nuevo
Brainy.
Claro, si existiese el metodo adecuado, quiza ya habria llegado a nuestros ojos algun resultado...
Pero no suelo encumbrar el pensamiento cientifico, asi que doy por hecho que a nadie se le ha ocurrido aun, solo es cuestion de esperar, y esa idea puede venir de cualquiera de nosotros.
Estoy de acuerdo con lo que comentas, me da la impresion de que la fuente mas fiable a la hora de estudiar la autoconsciencia animal es la intuicion... y bueno, ya sabemos que esto no es un argumento cientifico.
Siempre son pequeños datos, muy separados entre si, experiencias de personas que conviven con animales y que -por intuicion- "saben" que estos poseen autoconsciencia.
Mi idea ha sido siempre, 1-saber o conocer, para que sirve la autoconsciencia (en mi opinion esta asociada a la teoria de la mente, pero solo en un grado superior de consciencia) 2-quien la necesitaria en su comportamiento, y una vez realizado esto, por ultimo, 3-comprobar si estos animales la poseen o no (ahi estaria colocada la pregunta que te formule mas arriba)
Sin duda un problema muy interesante
Hector
Creo que te refieres a Betty la cuerva de Nueva Caledonia, de Oxford. Muy impresionante, pero si no recuerdo mal... fue publicado hace tiempo, como en el 2001.
En mi opinion la autoconsciencia es un "escalon" mas en la graduacion de la consciencia, y si, creo que estos pajarracos podrian poseerla.
un saludo
TAY
Lo de los cuervos, hay varios. No sé exactamente cuando han sido publicados pero sé que se publicó un estudio y luego más. Ahora no tengo las fechas. pero es posible que te refieras al primero que se publicó.
Saludos
He mirado y creo que ha sido publicado o en el 2004 o el 2005. O sea que me confundí. Pero no en 2001. En 2001 fue sería seguramente el primero que hicieron.
Saludos
Antonio, no sé si los cuervos tienen autoconciencia, aunque si me pusiesen una pistola en la cabeza creo que diría que no por la ausencia de empatía y su organización cerebral, pero tampoco lo afirmaría taxativamente (recientemente, por ejemplo, se han encontrado neuronas espejo en aves). Las preguntas que planteas son muy interesantes pero difíciles de contestar. Otras serían: ¡qué organización neuronal es suficiente para dar lugar a la autoconciencia?¿cómo distinguir la conciencia (entendida como percepción subjetiva de un estímulo) de la autoconciencia (entendida como poseer el concepto del yo y relfexionar sobre el mismo?¿En qué medida contriibuye el lenguaje a la autoconciencia? Todavía estamos lejos de responder a algunas de estas preguntas.
En cuanto al artículo de los cuervos, a estos bichitos dse les lleva estudiando desde los años 50 porque ya por entonces aprendieron a quitar los tapones de las botellas de leche que dejaba el lechero delante de las casas. En el anterior apunte que colgamos sobre inteligencia animal puse un enlace a un vídeo donde se ve su famosa habilidad para doblar un alambre y conseguir un objeto de dentro de un bote y un artículo al respecto.
Un saludo y gracias a los dos por participar.
Cool blog!
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