12 septiembre 2007

Islas, territorios de cambio

Las islas, esos lugares recónditos en medio del mar, rodeados por agua y sin conexión con el continente tienen un efecto considerable sobre la evolución de los organismos que las ocupan.

Es en las islas donde nos encontramos con frecuencia con fenómenos muy peculiares en la evolución de los organismos como el gigantismo (frecuentemente observado en aves y mamíferos de pequeño tamaño como lagomorfos y roedores), el enanismo (contrariamente al caso anterior, frecuente entre mamíferos de mayor tamaño) u otras modificaciones anatómicas y funcionales de estos organismos.

Las islas poseen múltiples peculiaridades entre las que destacaría dos factores principales, por un lado, el reducido tamaño poblacional de los organismos que las ocupan (que conlleven efectos de cuello de botella y aislamiento genético) y por otro lado, la ausencia de grandes depredadores. Este último factor es el que pretendo tratar más ampliamente citando algunos ejemplos en los que podremos observar claramente a lo que me refiero.

En primer lugar, haciendo honor a otros muchos relatos anteriores a este sobre el mismo tema habría que citar el caso de un ave mítica, el caso del dodo (Raphus cucullatus). Esta ave se adaptó al entorno que ocupaba, las islas Mauricio, creciendo considerablemente en tamaño y perdiendo su capacidad de vuelo. Pero, el ejemplo que más interés tengo en citar es el caso de Myotragus balearicus. Este animal cercano a las ovejas o las cabras (según la fuente que se consulte) es, citando a wikipedia, “un claro ejemplo de la pérdida de capacidad para correr a gran velocidad de las patas, la visión estereoscópica (útil para calcular distancias, pero no para descubrir enemigos al acecho) y la reducción proporcional del cerebro”. Lógicamente, la pérdida de velocidad de carrera y el cambio del tipo de visión, con un “desplazamiento” de los ojos hacia el frente de la cara (y no a los laterales como en otros herbívoros) es una adaptación al terreno, que muy probablemente les permitían obtener más eficazmente los recursos de la isla, pero siempre considerando la ausencia de depredadores. Curiosamente, cuando el hombre apareció en estas islas, las poblaciones de dodo y de Myotragus balearicus se fueron al traste. Nuevamente, como me comenta Brainy, deberíamos plantearnos si todos los cambios son hacia mejor.

9 comentarios:

Anónimo dijo...

Los cambios sólo son a mejor en el sentido de adaptación. La cabra/oveja esa estaba bien adaptada a vivir sin depredadores cerca (era incapaz de defenderse, huir, o detectarlos) y en el momento en el que aparecieron depredadores su adaptación fue su perdición.
Conocía el Dodo, pero no el Myotragus, son siempre muy interesantes los casos de evolución en ambientes aislados (como islas)

Martuki dijo...

Habrá q favorecer la movilidad d genes entre las islas y "tierra firme", entonces... ;P

Parasite dijo...

Estimado Cepio, estamos todos contigo en lo que te refieres a los cambios, si enlazas con el post al que hacemos referencia te darás cuenta de ello.

En cuanto a lo del dodo, sí suele ser el ejemplo citado por todo el mundo, pero salvo un vago recuerdo de la carrera a alguna cita sobre Myotragus no tenía mayores noticias. El otro día, visitando el Cosmocaixa de Barcelona me recordaron este caso y eso mi impulsó a escribir estas lineas. Siempre suelen citarse ejemplos que a la gente de España nos suenan lejanos (casos de islas del pacífico,...) pero también los tenemos en las Baleares.

Hasta la próxima...

Anónimo dijo...

Me entristece ver que no es muy conocido el caso del Myotragus, fuera de las Baleares, tal vez porque no es tan espectacular como el dodo. Las últimas informaciones sobre este "endemismo fósil" de las islas era que vendía a ser más un tipo de vaca pequeña, tal vez relacionado con lo que expones sobre el enanismo. Por mi parte veo que soy un habitante de una isla sujeto a evolución que espero que me haga crecer y no encogerme más ;-)

Miski dijo...

Bonito caso de endemismo insular, además desconocido hasta ahora para mí. Impresionante lo de la posición de los ojos...¿existe algún herbívoro actual que tenga esta conformación?.
Un saludo.

Pedro Garrido dijo...

Las cosas no pueden pasar por casualidad (jeje). Ayer hubo un documental en la televisión en el que el protagonista era el dodo. Comentaron que en cuanto llegó el hombre la población de dodos se redujo considerablemente pero que además algunas de las especies introducidas en San Mauricio, entre ellas las ratas pudieron haber competido con los dodos por el alimento, además de comerse sus huevos.
También comentaron algunos casos de extinciones masivas. La más sorprendente era la de un tipo de pichón del que había 6000 millones en el siglo XIX y el último ejemplar murió en 1914. Por lo visto volaban en bandadas de millones de ejemplares pero era muy fácil atraerlos: bastaba con coger a uno de ellos y atarlo a un poste. Sus graznidos hacían que viniesen el resto de compañeros de la bandada y de ese modo los cazadores los freían a tiros (tanto que se calcula que morían unos 250000 al día).

También comentaron casos de especies que están pidiendo extinguirse a gritos, como el oso panda, que come entre 15 y 50 kilos de bambú al día y sólo aprovecha el 10% de su valor energético (sería más útil para él ser carnívoro, como la mayoría de los osos, para no perder tanto tiempo comiendo). Y por si eso fuera poco las hembras sólo están en celo durante tres días al año (consecutivos, además), por lo que las ocasiones para procrear son pocas y además tienen que haber visto antes a una pareja de osos en acción, si no no saben qué hacer (por eso en algunos zoos de China les ponen pornografía panda, para ver si eso les enseña algo. ¿quién dijo que la pornografía era mala?).

Martuki dijo...

Dios mío, incluso sabes q hay pelis porno-panda??? :O

Parasite dijo...

Sí, siempre recomiendo el libro de Delibes "Vida" que trata casos de extinción dispares y los más sorprendentes para mi fueron aquellos en los que trata casos en los que sólo existen unos pocos individuos, los cuales, son susceptibles de morir debido a "accidentes" naturales o no-naturales de lo más variopinto, pero que no se extinguirían si el número de individuos de esa población fuese más numeroso.

y martuki, desde luego, parece mentira que pongas en duda los conocimientos de Brainy!...

un abrazo gente

Anónimo dijo...

Soy Héctor de museo de la ciencia.
Acabo de escribir un post sobre biología.
Si te animas Brainy pásate y me das tu opinión.

Gracias