12 octubre 2011

El timo de las predicciones económicas.

La economía no es una ciencia con carácter predictivo. Sus modelos fallan más que escopetas de feria. Y, sin embargo, tiene cierta aureola de ciencia exacta que me imagino que tendrá que ver con el hecho de que trabaja con números. Este blog no es dado a las reivindicaciones, pero haremos una excepción, viendo la que está cayendo en los últimos (y no tan últimos) tiempos. Pero no nos desviaremos mucho de nuestro camino habitual porque siempre hablaremos de ciencia.

Releí hace poco un libro más que recomendable de John Allen Paulos titulado Un matemático lee el periódico, en el que hace un repaso a diferentes tipos de noticias y cómo podrían ser mejoradas aplicando algunos conceptos matemáticos sencillos. Entre estas noticias se encuentras las económicas y, sobre todo, aquellas relacionadas con los expertos que emiten predicciones de cómo van a comportarse los mercados y qué ocurrirá con las inversiones a corto y largo plazo. El problema es que los modelos matemáticos y, más concretamente, las variables que los conforman no se relacionan de una forma lineal, por lo que las predicciones se tornan harto complicadas, ya que leves modificaciones de una sola de esas variables pueden dar lugar a cambios en las otras que den resultados completamente distintos. La economía funciona en cierto sentido como el clima.

Pero antes, una historieta. Recordé que en el libro Quirkology, Richard Wiseman comentaba precisamente este mismo punto de la incapacidad para predecir de forma precisa los movimientos bursátiles. Y se demostró dando una determinada cantidad de dinero (unos miles de libras) a un astrólogo que decía guiarse por las posiciones de los planetas para ayudar a invertir de forma adecuada en bolsa, a un broker, y a una niña que elegía al azar las acciones sobre las que invertir. Como ya estaréis suponiendo la única que ganó dinero al cabo de un mes con las acciones fue la niña. Y para aquellos que piensen que este resultado es anecdótico, éste fue reproducido por un periódico sueco que empleó a un broker y en lugar de una niña utilizaron a un mono tirando dardos a una diana donde se encontraban los nombres de las acciones sobre las que invertir. Como es obvio, ganó el mono.

He seleccionado un par de párrafos del libro de Allen Paulos que me parecen de especial relevancia, a tenor de lo que uno tiene que soportar día tras día en los telediarios y periódicos de turno. El primero de los párrafos tiene que ver con aquellos aspectos que hacen que una previsión económica sea más precisa.

Se observará que la seguridad de las previsiones y predicciones sociales es mucho mayor cuando en vez de ser a largo plazo son a corto plazo; cuando se refieren a fenómenos sencillos y no a fenómenos complejos, y conjugan parejas de variables estrechamente relacionadas en vez de muchas en intrincada interacción; cuando se trata de anticipaciones vagas y no de predicciones concretas; y cuando no están contaminadas por las intenciones de los protagonistas. Se observará igualmente que muy pocas predicciones políticas y económicas cumplen estas condiciones.

Y aquí, un cierto párrafo reivindicativo:

Aunque la teoría del caos hace dudar de la validez a largo plazo de muchas previsiones sociales, apunta también algunas ideas constructivas, aunque vagas, para tenerlas presentes al leer artículos sobre economía y otros sistemas sociales. Una dice que un cambio real en los sistemas suele exigir la reorganización de su estructura. Otra, que para producir cambios en un sistema concreto hay que buscar puntos de apoyo máximo, puntos que con frecuencia no son evidentes y que a veces están lejos de los efectos que se buscan. Otra, que hay pruebas de que hace falta un poco de caos para que los sistemas se estabilicen y recuperen.

No quiero terminar sin recomendar otros libros de Allen Paulos, pero especialmente El hombre anumérico, que creo que debería ser de obligada lectura durante el bachillerato, por lo ameno que es y, sobre todo, lo sencillo que resulta entender matemáticas y estadística con él.

Fuentes:

-John Allen Paulos , Un matemático lee el periódico, Tusquets Editores, Colección Metatemas, 5ª edición, 2005.

-Richard Wiseman, Quirkology, Macmillan, 2007 (existe edición en castellano de este libro titulado: Rarología).

4 comentarios:

Jesús P. Zamora Bonilla dijo...

Bueno, esto no quiere decir que las predicciones económicas sean un "timo" (al modo de los horóscopos, p.ej.), sencillamente que son algo la hostia de difícil (aunque no TAN difícil en todos los campos: las predicciones de crecimiento del PIB o de inflación aciertan bastante, al menos a corto plazo).

yyl dijo...

Pero antes, una historieta. Recordé que en el libro Quirkology, Richard Wiseman comentaba precisamente este mismo punto de la incapacidad para predecir de forma precisa los movimientos bursátiles.

Esto es, de hecho, evidencia a favor de la tesis del paseo aleatorio de la ciencia económica. En la economía académica no encontrarás apenas predicciones sobre el comportamiento de los precios de las acciones, que es algo que sólo se puede hacer con un conocimiento aplicado muy específico y no con una teoría, aunque esta sea necesaria para lo anterior.

Pedro Garrido dijo...

Jesús, lo de timo era para llamar la atención. En realidad no tanto una crítica a la economía en sí como a los listos que explican a posteriori lo que ha ocurrido y lo hacen de modo que todo parece muy lógico, como si no hubiese habido otro camino posible. Y además se permiten recomendar recetas para cambiar cosas a largo plazo.

En cuato a los movimientos bursátiles, en efecto, son difcilísimos de predecir, salvo campanadas muy sonadas. Y sin embargo, hay supuestos gurús llenándose los bolsillo presumiendo de su capacidad predictiva...

Héctor dijo...

Muy interesante ;)