17 julio 2008

¿Quién gana con el divorcio? Un estudio en la naturaleza.

¿Quién gana más cuando una pareja se divorcia y se generan nuevas parejas? ¿El macho o la hembra sale beneficiado? Estas mismas preguntas se la han planteado unos investigadores del Instituto Max Plank de Ornitología, porque estudiar las ventajas e inconvenientes del cambio de pareja también es posible en animales. Esto mismo les debió parecer a Mihai Valcu y Bart Kempenaers, fruto de lo cual han publicado un interesante trabajo en Animal Behaviour (1).

Y es que cuando nos enfrentamos a problemas de este tipo son muchas las posibilidades y preguntas que, como las expuestas al principio, podrían invadir nuestra mente. Una de las primeras dudas que nos surgen a todos serían aquellas referidas a las causas del divorcio. ¿Por qué querrían cambiar de parejas las aves? Parece lógico pensar que una de esas causas podría ser un bajo éxito en el anterior periodo reproductor. Un fracaso en la crianza de los polluelos en un año parecería una causa suficiente para intentar mejorar la suerte en el año siguiente. A pesar de ello, los resultados de este estudio no parecen apoyar esta posibilidad, posiblemente debido a que tanto las aves divorciadas como aquellas de parejas que permanecieron juntas al año siguiente deberían estar formadas por animales en buena condición, pues en ambos casos habrían sido capaces de sobrevivir todo invierno hasta la siguiente época reproductiva. Pero los investigadores no se pararon ahí, afortunadamente. Novelando un poco la historia, es posible que uno de los investigadores le comentara al otro, oye, si uno cambia es para mejorar ¿no? ¿les pasará esto mismo a nuestros herrerillos con sus divorcios? Cuando los investigadores del estudio testaron esta posibilidad con sus datos observaron algo sorprendente. Resulta que para el caso de las aves parece que hay diferencias entre los sexos, así los machos divorciados se emparejaron con hembras de mayor tamaño (referido a la longitud de su tarso) que las que tenían en el “matrimonio” anterior, mientras que las hembras en sus nuevos emparejamientos no elegían machos más viejos ni de tallas mayores.

Lógicamente la historia no podía parar ahí. Y después de saber esto, la siguiente pregunta era obvia. Entonces, ¿el cambiar de pareja a las aves les beneficia en algo (ese algo, en este caso debía esta referido al cambio en términos reproductivos? Una nueva pregunta y una nueva sorpresa, en este caso de mayor envergadura. Como decía la canción, “depende”, todo depende del sexo de las aves. Así mientras que los machos aumentaron el número de polluelos volantones que fueron capaces de criar, las hembras sufrieron un drástico descenso con relación al año anterior. Rompedor. Así es como podría considerarse este resultado, al menos, de acuerdo con los conocimientos previos que se tenían sobre las consecuencias del cambio de pareja en la naturaleza. En general, a las hembras se les atribuía el roll de actores en los cambios y a los machos el de meras marionetas, pues generalmente, tras un divorcio y cambio de pareja, se observaba un beneficio reproductor para las hembras mientras que los machos no presentaban ventajas aparentes. La diferencia con estudios previos parece deberse a que en este caso los autores fueron capaces de separar dos efectos que, de modo general, afectarían al éxito reproductor tras el divorcio, como son, el propio cambio de pareja y el cambio de área de ocupación. Así, cuando una pareja se separa, no solo se cambia de compañero sino también de lugar, lo que en términos naturales, podría incrementar los recursos disponibles a su alrededor. La posibilidad de incremento del éxito reproductor de la hembra debido a dispersión es una posibilidad que los propios autores apoyan en su estudio. De este modo, los autores concluyen que el divorcio “per se” es un comportamiento ventajoso para los machos de esa especie en oposición a las hembras. Alternativamente surgieren la posibilidad de que los machos no sean ellos mismos los que deciden divorciarse, sino que las hembras de mayor tamaño con las que a la postre se reproducen sean capaces de competir con la pareja original de estos machos, forzándolas a abandonarlo. Según esto, se terminaría por generar una pareja nueva con una hembra que, por ser más grande (por así decirlo, mejor), tiene un mayor éxito reproductor. Esta alternativa colocaría a los machos nuevamente como meros seguidores de la historia, siendo las hembras las que escriben el nuevamente el guión.

A mi durante la lectura del artículo me resultaba casi imposible la lógica tentación de colocar mujer y hombre en el lugar de hembra y macho. Quizás, si uno se abstrae de las obvias diferencias entre humanos y aves, estos estudios podría darnos una ligera idea de cómo podría funcionar un sistema ajeno a condicionantes culturales como religión, etc. Hagan un esfuerzo y colóquenos en su lugar… Pequen por una vez de antropocentrismo, pero sin pasarse.

(1).- ANIMAL BEHAVIOUR, 2008, 75, 1949-1963

Autor de la litografía: Carlos Mérida

Autor de la fotografía: Vicente Javier Moreno García

9 comentarios:

Anónimo dijo...

Pues la verdad es que yo no llamaría "perjudicada" por el divorcio a una hembra que tras la separación tiene menos descendencia con su nueva pareja, sino al contrario. Recuerda: sugeriste que pecáramos de antropocentrismo ;-)

Anónimo dijo...

"perjudicada" en términos evolutivos.

Si mal no recuerdo, la hipótesis en humanos es justo la contraria: son las mujeres las que tienden a divorciarse cuando se les presenta una alternativa mejor (hablo de memoria de un libro de etología humana de Karl Grammer). Los hombres tienden a sexo "extramarital" evitando el divorcio en lo posible.

Roke Iñaki Oruezabal dijo...

No se qué diría el colectivo de padres separados...pero me da a mi que no estaría muy de acuerdo con la extrapolación...en los solteros ya sería harina de otro costal...

DrOso101 dijo...

Finalmente el Humano es un animal y tiene comportamientos animales aunque no nos guste, por eso observamos a los otros animales en sus conductas. Perjuicio a uno de ambos géneros, no me parece y porsupuesto que en nuestro caso depende de otras situaciones como hurakanpakito dice que "son las mujeres las que tienden a divorciarse cuando se les presenta una alternativa mejor (hablo de memoria de un libro de etología humana de Karl Grammer)" y es que son las que cuidan y "mantienen la especie". También pienso que es relativa la ganancia que obtengan los géneros, porque cambiar para mejorar tambien es subjetivo. Si a lo que nos referimos es a obligaciones de manutencion, pues ya es otro asunto, en cuanto a los solteros no están muy diferentes de los casados, sólo que no hay una situacion contractual. En resumen, los parametros de perdida y ganancia son los que en un momento dado te van a decir, preguntale a tu pareja porque te dejaria y por quien, aun en un mundo de imaginacion las informacion es muy reveladora.

Anónimo dijo...

Interesante post. Aunque no sé si dirá demasiado sobre las personas en este caso.

Un saludo ;)

Lansky dijo...

Fascinante el estudio, porque trastoca la idea cosagrada en aves de machos vistososo exibiéndose para "ser elegidos" por hembras discretas.

El paralelismo con la especie humana es demasiado arriesgado más allá de la ventaja selectiva de machos promíscuos y hembras fieles y fidelizantes en la pareja. Pero ya sólo en aves, creo, después de leer el estudio que comentas, aún hay mucho que hilar.

Me gusta mucho el blog, pero como los defectos que peor soportamos en los demás son los propios te pediría que revisases los textos de tu post, es un poco torturante que por mor de tu prisa seguramente deslices continuamente "existo" (luego pienso) por "éxito"

Parasite dijo...

Gracias a todos por los comentarios. Desde luego era una apuesta arriesgada el lanzar a la gente a pensar en las implicaciones humanas del estudio, no pretendía hacer una extrapolación dadas las lógicas diferencias que se dan entre ambos casos. Simplemente era una invitación, con cautela. Mi intención más bien era conducir al lector hacia algo que para mi era casi inevitable, colocarnos en su lugar. Es algo que ya los autores del trabajo creo que pretendían al poner el término divorcio en el título. Algo tan humano puesto en el ámbito del mundo animal. Posiblemente habría sido mejor poner algo como cambio de pareja o similar.

También gracias Lansky por el apunte, no se si por culpa de las prisas o (seguramente) los correctores automáticos se cambió esa palabra.

Saludos

DrOso101 dijo...

no te disculpes, finalmente somos animales sociales, que racionalizamos y teorizamos porque somos "superiores", nosotros no matamos solo por hambre, ni nos apareamos solo por mantener la especie. Etiquetamos y decimos solo por que podemos y además creemos que un ser superior puso al resto de las especies a nuestro servicio porque si según decimos que la biblia lo dice.
Nuestro comportamiento no es muy diferente a otras especies, solo que no lo queremos ver asi porque se ve muy feo. SOMOS ANIMALES despues de todo.
Saludos

Anónimo dijo...

Good page!

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