24 junio 2008

La ciencia es cultura.


Dijo Flaubert en una ocasión: “He intentado vivir siempre en una torre de marfil. Pero una marea de mierda rompe contra sus muros y la está derribando“. Por suerte, dicha fétida marea no está derribando a la ciencia (se sustenta más o menos sola) pero sí que recibe ataques desde muy diversos flancos. Por un lado están los filósofos y teólogos que muchas veces se niegan a perder parcelas de conocimiento que saben que ya no dominan, y por otro están aquellos que distorsionan los resultados que aporta la ciencia para vender quién sabe qué artilugios, para salvar nuestra alma corrupta o para poner en marcha algún tipo de ingeniería social.
No existiría el problema de estos usos fraudulentos de la ciencia (o, al menos se reducirían) si los conocimientos científicos básicos de la población fuesen mayores. Hace sólo unos días Evolutionibus ha escrito un muy recomendable apunte en su blog sobre la necesidad de incorporar a la ciencia en la cultura.
Por desgracia aún se ve como pecado mortal no saber quién fue Shakespeare o qué hicieron los Reyes Católicos pero se desdeñan los conocimientos científicos, y cualquiera puede, en los medios de comunicación, permitirse hablar sobre evolución, sobre física cuántica o sobre arquitectura sin tener ni la más remota idea. O si no, están aquellos otros que lo resuelven todo con un “es que yo soy de letras”. No sabía yo que ser de letras le convierta a uno en un ignorante. Lo que hay que tratar de evitar es que alguien pueda utilizar esa excusa del “yo soy de letras” para justificar su ignorancia científica. La ciencia es tan cultura como el mejor de los cuadros de Goya. También hay creatividad y, con cierta sensibilidad, se puede apreciar la belleza que se encuentra detrás de cualquier descubrimiento científico. ¡Y además, está más cerca de la verdad que cualquier otra forma de creación de conocimiento! Pero no confundamos el mensaje: la cultura humanística también es necesaria. Lo que desde aquí pedimos es que ambas formas de entender el conocimiento se imbriquen, pues podrían resultar de ello interesantes consecuencias.

¿Quién tiene la responsabilidad de fomentar la inclusión de la ciencia en la cultura? En primer lugar, los científicos, que no deben quedarse en su torre de marfil porque un día podrían verse rodeados de la fétida marea. Su deber es dar a conocer sus resultados, no sólo a sus compañeros científicos, sino también al público lego en la materia. De este modo se podrían conseguir varios objetivos: el primero, que los ciudadanos se interesasen más por la ciencia, lo que conllevaría seguramente una mayor presión para realizar mayores inversiones (no olvidemos que un alto porcentaje de los políticos no son científicos y, por tanto, forman parte del público lego en la materia) y, segundo, la mayor información del ciudadano medio podría evitar la multitud de fraudes que se dan hoy día con el uso de terapias alternativas y cuentos varios.
Los políticos tienen también el deber de fomentar la divulgación de la ciencia en el ámbito de sus competencias, del mismo modo que promueven campañas de lectura entre los niños.
Y, en tercer, lugar, el propio ciudadano tendría que poner de su parte para que esto saliese adelante, pero esto es posible que sólo se consiga con buenos divulgadores y unas condiciones adecuadas.

Desde aquí animo a los demás blogs de ciencia a promover el mensaje de que LA CIENCIA ES CULTURA. Con tesón, finalmente, lo lograremos.

17 comentarios:

Jesús P. Zamora Bonilla dijo...

Algo así se intenta con la nueva asignatura "Ciencias para el Mundo Contemporáeo". Tenemos un curso en Denia la semana que viene, por si a alguien le interesa
http://abordodelottoneurath.blogspot.com/2008/02/ciencias-para-el-mundo-contemporneo.html

Anónimo dijo...

Creo que la mayor parte del público no se acerca a la Ciencia porque la ve como algo árido, sólo apto para personas muy inteligente, y no es así. Brainy, el primer paso lo tenemos que dar nosotros divulgando de una forma sencilla y exacta la Ciencia, acercándola al público y empezando nosotros mismos a cambiar el chip y hablar de la Ciencia como Cultura o parte de ella. Ya sabes el efecto dominó: empieza uno y siguen los demás :)

Héctor Meda dijo...

Hola,

Depende a lo que llamemos cultura de la ciencia.
Dicen que cuando Einstein llegó a USA le preguntaron, como parte de una encuesta, cuál era la velocidad del sonido y él respondió que no se molestaba en memorizar datos que podría consultar en cualquier manual.
Seguramente la leyenda será apócrifa pero ilustra perfectamente el hecho de que cultura científica implica una visión científica de la realidad no un ensimismamiento autista de un área concreta. Porque al respecto de este segundo punto, ¿cuántos científicos tienen una visión global de la ciencia?
Mayr decía, por ejemplo, que la obra científica de Einstein no había tenido incidencia en la gente de la calle... Me pregunto donde estuvo metido este hombre durante la guerra fría y si se entero de cúal era el problema.

Saludos

Anónimo dijo...

No puedo estar más de acuerdo con la idea.

Anónimo dijo...

Por cierto, ¿a que te refieres con eso de ingeniería social?

Pedro Garrido dijo...

Jesús, me alegra ver que hay iniciativas como la tuya, que son muy buenas para la causa (jaja, esto parece un mitin).

Sophie, de acuerdo contigo. y yo creo que nosotrs cumplimos con lo que comentas: tratamos de divulgar los conocimientos científicos y consideramos muy imoprtante que formen parte de la vida cotidiana de todos los demás.

Hector 1564: sé lo que quieres decir pero no lo comparto en algunos puntos. Primero, no yo he pretendido hablar de cultura de la ciencia sino cultura a secas. La ciencia es, de hecho, un producto cultural. Por otro lado, la anécdota que comentas de Einstein es curiosa, pero no va al fondo de la cuestión. A Einstein le daba igual la velocidad del sonido porque sabía cómo podía calcularse y sabía qué era el sonido. ¿SAbría hacer eso cualquier persona de la calle? Es muy probable que no. Muchos ya encontrarían problemas con la definición de sonido.
En cuanto a la especialización, no tiene nada que ver con tener conocimientos generales. El científico Juan puede ser experto en la proteína X pero puede conocer, aunque sólo sea parcialmente, muchas otras proteínas. DEl mismo modo el historiador del arte del barroco es experto en ese campo, aunquer puede saber algunas cosas sobre el arte del siglo XIX. La especialización se da en todos los campos.

Hector: por ingeniería social me refiero a aquellos que han tratado de justificar medidas sociales, generalmente de tipo discriminatorio, poniendo como excusa resultados científicos. Imagina que la ciencia determinase que las personas negras fuesen menos inteligentes que las blancas. Ese es el dato científico, pero la decisión ética que debe tomar el gobernante no tiene sólo por qué tener en cuenta los datos científicos. Basta con que se base en la máxima de que todos debemos tener los mismos derechos para que puedan desecharse sin más los datos científicos para tomar medidas de tipo social.

Anónimo dijo...

Hombre, en ese caso estoy de acuerdo. Pero ese es un ejemplo de qué no se debería hacer.
Pero otras iniciativas de ingeniería social salvan vidas, ¿no?

Héctor Meda dijo...

Hola Brainy,

Por especialización me refiero a los científicos que creen que su paradigma es una isla y no le afecta y ni siquiera quiere enterarse de su relación con otras ciencias.
Hablo del economista que no se cuestiona si sus modelos de agentes económicos son sicológicamente reales, hablo del neurocientífico que no sabe cuál es el modelo matemático (máquina Turing) que maneja (y sobretodo por qué lo hace), hablo del sicólogo que no sabe cuáles son los fundamentos biólogicos de sus conclusiones, etc... Hablo de quitarse las anteojeras y preguntarse si su trabajo encaja con otras áreas de la ciencia.
Ese es el gran problema porque no unifica la ciencia y permite paradigmas intocables.

Respecto a la anécdota de Einstein significa que no hace falta memorizarse algún conocimiento concreto sino que cuando se maneja un visión global e integral de la ciencia los conocimientos importantes se memorizan y los no tanto se pueden consultar. Pero que la comprensión científica se inicia (y continúa) no como una sucesión de datos como quien colecciona sellos (o revistas científicas), sino buscando una explicación que responda al cómo y al por qué.
En este post se da una idea de lo que quiero decir.

A ver, por supuesto que estoy de acuerdo contigo, lo que quiero decir es que así como las campañas de lectura no aumentan el número de lectores, sino que es un proceso subjetivo y paulatino de descubrimiento de la belleza, las campañas de divulgación siempre van a correr la misma suerte. Si no hay curiosidad, no salta la chispa.

Saludos

Anónimo dijo...

Un gusto encontrar post de este tipo.

Comparto el entusiasmo respecto a entusiasmar a otros con la ciencia, y con mostrar como la ciencia habla de lo que nos afecta a diario.

Es un gran problema la escisión que se hace entre ciencia y humanidades; como si la primera fuese meramente instrumental y la segunda meramente literaria. En la escuela primaria y secundaria erroneamente se transmite que si estudiaas matemáticas es para "hacer puentes", y que si te interesaban temas como la política o la historia pierdes el tiempo leyendo sobre biología.... Es el dualismo aun enquistado en occidente.

Me acuerdo de una discusión interesante al respecto con Juan Perez en Neuroeconomia.cl

Felicitaciones...a perseverar.

Pedro Garrido dijo...

Héctor: claro que hay ingenierías sociales que salvan vidas, pero yo me refería a los casos en los que más bien es al contrario.

Héctor 1564: mantener una postura generalista en ciencia no es hoy día viable porque los conocimientos son muy especializados. Cuidado estoy hablando a la hora de hacer experimentación, porque uno puede saber de otros campos y tratar de imbricarlos con aquel en el que trabaja uno mismo (por eso hoy día se fomenta mucho la creación de grupos multidisciplinares (grupos con biólogos, físicos, maytemáticos, ingenieros, etc). Lo que tú criticas más bien es el reduccionismo y yo estoy de acuerdo con esa crítica, pero tu crítica sigue siendo la misma que si a un historiador del arte se le acusa de que cree que la pintura de Goya es la más influyente de la historia. No veo gran diferencia entre una cosa y la otra. Y además no creo que la mayoría de los científicoa sean reduccionistas, lo que ocurre es que si uno va a estudiar una proteína determinada tiene que controlar las variables y no puede dedicarse a estudiar otras 200 proteínas y 20 genes que podrían interaccionar con esa. En biología es muy difícil ,amtener una mente generalista al diseñar experimentos.
Por cierto, en cuanto a lo del cerebro como máquina de Turing tengo mis reservas. Sé que a los informáticos os gustan mucho las simulaciones pero no siempre es todo tan fácil.
Otra cosa más, la curiosidad no sólo es algo innato, sino que puede desarrollarse con el tiempo. Yo he tenido profesores que han hecho que me interese por asignaturas que a priori me parecían auténticos tostones (y ta,mbién a la inversa, que de todo hay). La divulgación puede ayudar precisamente a desarrollar la curiosidad, pero para ello necesita de un pequeño impulso desde las instituciones para ganar en medios y difusión. Un dato: en la última Feria del libro de Madrid sólo han estado tres científicos firmando libros. Eso no puede ser.

rené: gracias, como siempre por leernos y me alegra que compartas nuestra visión sobre la ciencia y la cultura. Es necesario que nos concienciemos de ello.

Héctor Meda dijo...

Hola Brany,

Dices:
Lo que tú criticas más bien es el reduccionismo
Sí exacto y lo peligroso que es que en aras de la simplicidad se expliquen ciertas áreas de la ciencia en términos reduccionistas, porque impiden tener una auténtica visión general de la realidad desde una perspectiva científica

Y además no creo que la mayoría de los científicoa sean reduccionistas
Hombre igual he pecado de demasiado apocalíptico. Tal vez no pase eso en las ciencias naturales pero tengo la sensación que en ciencias sociales la gente va a su rollo

la curiosidad no sólo es algo innato, sino que puede desarrollarse con el tiempo
No lo sé... eso nos llevaría a una discusión muy larga. Yo más bien creo que se despierta, pero en cualquier caso por intentarlo no pasa nada y el secreto para despertarla es mostrar la belleza de las cosas. Siempre me molesta que, por ejemplo, para defender la mecánica cuántica nos expliquen en la cantidad de objetos de nuestra vida donde se usa. Como si el valor de la ciencia radicara en su éxito en las aplicaciones tecnológicas.

Un comentario un poco más tangencial, dices:
Por cierto, en cuanto a lo del cerebro como máquina de Turing tengo mis reservas
¡Cuidado! Si lo que te refieres a que en la práctica el cerebro no puede ser simulado por una máquina Turing de acuerdo. Pero si a lo que te refieres es que incluso a nivel teórico el cerebro no es una máquina Turing entonces estás contra toda la física actual que cree que toda la realidad (incluida el cerebro) es Turing-Computable, y cuidado yo sí especulo que sea verdad(mira este post mío).
Fíjate que Edelman en este libro(¡todo un premio nobel!) cree eso y sin embargo luego utiliza conceptos matemáticos Turing-Computables(como el concepto de caos o el de complejidad) para intentar modelar el comportamiento del cerebro.
En este caso Edelman confunde un concepto metamatemático (máquina Turing) con una simulación de la misma (la máquina Turing Top-Dowmn), ya ves que, en la práctica, nadie se salva de ser reduccionista.

Saludos

Pedro Garrido dijo...

Corrígeme si me equivoco pero una máquina Turing supuestamente es una máquina que puede realizar cualquier tarea. Un cerebro no puede realizar cualquier tarea. Existen condicionantes de tipo genético que frenan esa posibilidad.
El cerebro puede estudiarse como una unidad de procesamiento de información, pero no es sólo eso. Los informáticos, los físicos y los matemáticos e incluso algunos psicólogos os olvidáis del sustrato material del cerebro, que condiciona su funcionalidad. Aún así no creo que las matemáticas o la física nos vayan a decir demasiado sobre la conciencia (a los resultados me remito, especialmente a algunas de las hipótesis de Penrose sobre los microtúbulos y fuerzas todavía por descubrir). La propuesta de Edelman, sin embargo, me parece hasta ahora la más sensata, aunque no comparta todos los puntos de su hipótesis. Por cierto, que Edelman es un buen ejemplo de científico capaz de abrir sus miras porque el Nobel se lo dieron por sus trabajos en el sistema inmune y después aplicó algunos de sus conocimientos al estudio del cerebro. También ocurrió algo parecido con Crick.

Y por supuesto, el proponer un modelo de algo no quiere decir que ese modelo se ajuste a la realidad. Es lo que pasa, por ejemplo, cuando se trabaja con redes neuronales en informática. Pueden realizar algunas tareas similares a las que realiza un cerebro, pero no funcionan como un cerebro. Pero con esto no digo que no se pueda construir en el futuro un cerebro artificial. Más bien creo que se hará, en el momento que conzcamos a la perfección el sustrato físico.

Héctor Meda dijo...

Hola Brainy,

Dices:
Corrígeme si me equivoco pero una máquina Turing supuestamente es una máquina que puede realizar cualquier tarea
Pues sí
(salvo algún que otro problema matemático como el de la parada)

La propuesta de Edelman, sin embargo, me parece hasta ahora la más sensata, aunque no comparta todos los puntos de su hipótesis
¡A mi también!
Me gustaría sabe cuáles son las hipótesis que no compartes

Aún así no creo que las matemáticas o la física nos vayan a decir demasiado sobre la conciencia
Nunca se sabe, nunca se sabe. Por eso hay que estar atento a todo. El propio Edelman utiliza la teoría de la información para desarrollar el concepto de núcleo dinámico. ¿Y si cambia la teoría de la información? Entonces gran parte de los modelos neurocientíficos tendrían que actualizarse.

Saludos

Anónimo dijo...

Interesante lo que andáis comentando. Es cierto que los modelos de redes neuronales no dicen necesariamente nada sobre el funcionamiento real del cerebro. Pero tampoco creo que la física o las mates no vayan a decir nada sobre la conciencia. Nunca se sabe, de cara a un futuro...

Brainy:
Ok, entendido lo de las medidas de intervención social.

Un saludo ;)

Pedro Garrido dijo...

Ok. Veo que nos entendemos más o menos bien. En cuanto a Edelman, me cuesta entender lo que propone sobre la autoconciencia y el lenguaje.
Pero la idea del núcleo dinámico me parece muy buena.
En cuanto a los posibles cambios en la teoría de la información, que yo creo que llegarán, tampoco forman parte hoy día de muchos modelos neurocientíficos. Probablemente sea Edelman el que más se ha lanzado a emplear esta teoría.

En cuanto a lo dela física y las matemáticas, yo me mantengo alerta, pero de momento no han aportado apenas nada. Creo que el principal problema que tienen es que aún queda mucho por saber a nivel biológico, y mientras no se sepa más sobre el sustratp físico, va a ser difícil poder modelizar a nivel teórico desde la física o las matemáticas. Y sobre todo porque el cerebro no funciona como un sistema físico simple, y la química y las corrientes eléctricas tienen mucho que decir sobre su funcionamiento. Yo más bien veo que el futuro va por la electrofisiología. Pero nunca se sabe.

Anónimo dijo...

La física al final se funde con la filosofía y, en cierto modo, también con la poesía. Términos como "agujeros negros", "materia oscura", "universos paralelos", etc. tienen indudables resonancias poéticas. Hay mucha poesía en las obras de científicos como Sagan o Asimov. Y también hay mucha ciencia en la producción literaria de Ray Bradbury.

Anónimo dijo...

Good