Probablemente los primeros cerebros de personas muy inteligentes en ser estudiados estuvieron en manos del alemán Rudolph Wagner, a mediados del siglo XIX. Entre estos cerebros se encontraba el del célebre matemático Carl Friedrich Gauss, cuyo estudio reveló unas circunvoluciones más marcadas de lo normal y un peso de 1492g. Wagner también estudió el cerebro de cinco profesores de la universidad de Götingen, que no mostraron patrón alguno diferente del mostrado por cerebros de personas normales.
Algunos años después, el sueco Gustaf Magnus Retzius (famoso por las neuronas que llevan su nombre, al que antecede el de Cajal) examinó también el cerebro de varios intelectuales entre los que se encontraba el de la matemática Sonya Kovalevski, el primer cerebro de una mujer famosa que fue estudiado.
Al otro lado del charco, en EEUU y en los años 20 del siglo pasado el Dr.Edward Spitzka realizó dos estudios, el primero en 1907 y el segundo en 1927, en los que analizó los cerebros de varios intelectuales norteamericanos que donaron su cerebro, dando lugar a la llamada Sociedad Antropométrica Americana. Entre estos cerebros se encontraban el del físico William Osler y el del poeta Walt Whitman. Sin embargo, el cerebro de este último no pudo llegar a estudiarse ya que un asistente un tanto patoso tiró el frasco en el que se encontraba el cerebro del insigne escritor, quedando su materia gris esparcida por el suelo del laboratorio. El Dr.Spitzka dijo haber encontrado algunas diferencias al comparar el cerebro de los intelectuales con el de personas menos listas, pero sus resultados no han podido ser reproducidos después. Hoy, los cerebros estudiados por Spitzka forman la llama Colección de cerebros Wistar.
Pero Rusia no podía quedarse atrás y también tuvo su propia colección de cerebros, el llamado Panteón de los cerebros. La idea no era mala porque lo que proponían los científicos rusos era que la citoarquitectura del cerebro debería dar pistas sobre las diferencias observadas en el plano mental de diferentes personas educadas de forma distinta y con distintas cualidades. En el Panteón se estudiaron cerebros de varios psicólogos y neurólogos rusos importantes, como Vygotsky o Pavlov (1517g) y el último cerebro que se incorporó fue e físico nuclear y Premio Nobel de la Paz A.D.Sakharov, en 1989. Un episodio un tanto macabro es el de cómo llegó el cerebro del primer director del Panteón, el neurólogo Vladimir Bekhterev (1720g), que murió de una supuesta infección intestinal, curiosamente un par de días después de haber diagnosticado una “grave paranoia” a Stalin. Pero seguro que fue sólo casualidad.
Otro caso interesante es el del estudio del cerebro de Lenin, llevado a cabo por el neurocientífico Oskar Vogt en los años 20 del siglo pasado que realizó hasta 34000 cortes del ínclito cerebro, y que al parecer encontró que las neuronas de la capa III de la corteza cerebral de Lenin eran especialmente grandes, por lo que Vogt propuso que esa característica le habría permitido al dictador tener una gran capacidad para asociar ideas con gran rapidez. Esos resultados se han puesto en duda repetidas veces y se sospecha que Vogt llegó a esas conclusiones ayudado por una sustanciosa cantidad de dinero para seguir con sus, por otro lado, muy buenos trabajos en neuroanatomía.
Pero quizás el cerebro de un personaje famoso sobre el que más se ha escrito es el de Albert Einstein. El patólogo Thomas Stolz Harvey fue el encargado de extraerlo en 1955. Harvey realizó varias fotos del cerebro (ver abajo). Tardó 25 años en permitir a distintos investigadores comenzar a estudiar el cerebro, que recorrió EEUU en el coche de Harvey y cuya historia fue novelada por el periodista Michael Paterniti, en el libro Viajando con Mr.Albert. Se han descrito algunas particularidades del cerebro de Einstein, como la ausencia del surco lateral o una mayor proporción de células gliales por neurona en ciertas áreas corticales, pero los resultados también han sido criticados. Pero seguiremos teniendo noticias de este cerebro.
Si suponemos que los procesos mentales son un reflejo de los procesos cerebrales no debe cabernos duda alguna de que el cerebro de un genio ha de ser diferente del de una persona normal, lo mismo que es diferente el cerebro de cualesquiera dos lectores de este blog (esperemos que haya dos). Lo que no sabemos exactamente es en qué pueden ser diferentes. Es posible que sean diferentes a nivel anatómico (no sólo diferencias en sus circunvoluciomes, sino en el número de sinapsis por neurona, por ejemplo), pero también es posible que lo sean a nivel funcional (por ejemplo, que activen de forma más eficiente ciertas áreas o presenten un patrón de conexiones entre áreas cerebrales distinto). Sin duda, estos estudios continuarán en el futuro.
Más sobre el Panteón de los cerebros aquí
Más sobre el cerebro de Einstein en la entrada de Wikipedia.
Algunos cerebros de famosos españoles estudiados. Resumen aquí.
8 comentarios:
brainy, enhorabuena este es un post muy interesante e informativo.
Debe de haber algo en la variacion individual de la inteligencia de aquellas personas que llegan a tener exito en sus profesiones y oficios (desde el medico Osler hasta Mr. Albert) que se traduzca en una estructura cerebral diferente a la media.
Las hipotesis que se han barajado de un mayor ratio de glias por neuronas o densidad neuronal, capas corticales mas amplias etc. son todas probables y alguna se habra tenido que confirmar porque dado el actual estado del arte en neuropatologia, biologia molecular y medicina forense en general, tenemos los metodos y la tecnica suficiente como para describir los cerebros de las personas post-mortem.
Un saludo.
Poco te puedo comentar, Brainy, me ha dejado impresionada este artículo, había oído hablar del tema pero no con tanta exactitud y concisión. ¿Qué importancia tiene un mayor ratio de glías por neuronas o densidad neuronal? Yo pensaba que lo importante era el número de conexiones neuronales
Aníbal, llevas razón. En mi opinión los estudios con imagen cerebral podrán darnos más información a este respecto. Los estudios en neuroarte son un buen ejemplo a este respecto.
sophie: hasta hace no demasiado se abogaba por lo que comentas, es decor, que un maoyr número de sinapsis implicaba mayor inteligencia, pero en los últimos diez años sobre todo se ha visto que la glía (y más concretamente los astrocitos) pueden jugar un papel importante en algunos circuitos implicados en la memoria. Le dedicamos hace ya algún tiempo un apunte en el blog:
http://cerebrodarwin.blogspot.com/2007/10/la-denostada-sustancia-blanca.html
De hecho, los astrocitos liberan ciertos neurotransmisores (lo más estudiado ha sido la liberación de glutamato) y su estudio se está incvrementando considerablemente en los últimos años. En España tenemos a un buen investigador en ese campo, Alfonso Araque.
Que post más macabro para antes de ir a la camita a dormir. A ver con qué sueño hoy :P
Por cierto, buen científico el de esta semana, yo voté por él :)
jaja, en realidad fue el primero que pusimos cuando empezamos con esto, pero parasite lo ha recuperado con la encuesta. En realidad fue tras una charla, delante de unas cervezas, acerca de El gen egoísta como se gestó este blog, o sea que tiene parte de culpa de que demos la tabarra de forma virtual.
Un saludo, Héctor.
Good page!
que interesante Blog... me alegro haberlo encontrado. weno (Y).. ojala Publiqs mas, y kisas asi de concreto acerk de la psicologìa o la influencia de esta. kiera o no neurologikmente y psicologikmnete se haya interrelacion paa llegar a diferentes episodios...
cdt
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