El método tradicional de publicación de resultados científicos se basa en el envío de los manuscritos a revistas (de ámbito científico) que las someten a una evaluación sobre la relevancia y calidad de ese estudio (ver al respecto). En algunos casos estas revistas son gestionadas por pequeñas organizaciones o sociedades, véase el caso de Ardeola (revista que edita S.E.O), eVOLUCIÓN (de S.ES.B.E.) por citar un par de ejemplos del ámbito más cercano a nosotros. Pero por lo general, nos encontramos que las revistas científicas son gestionadas por editoriales con un trasfondo económico, convirtiéndose simplemente en un negocio.
Son varios los puntos importantes que hay que tener en cuenta al respecto para continuar con este post.
1) La necesidad de los científicos para publicar sus resultados en las mejores revistas científicas.
2) Las revistas compiten entre ellas para alzarse a los mejores puestos de relevancia (catalogados en los últimos años en base a su índice de impacto -revistas SCI-).
3) El material elemental de las revistas, los artículos, así como el trabajo del cuerpo de revisores y del comité editorial resulta gratuito para las revistas. Es más, en el caso de los autores, estos se ven obligados a ceder sus derechos de autor (copyright).
4) Las organizaciones, estados,… deben pagar por tener acceso a esos artículos, soportando cuantiosos costes que suponen las suscripciones de estos organismos a las revistas englobadas en cada paquete editorial. Además, la imposibilidad de soportar estos costes por determinados países u organizaciones reduce el número potencial de lectores, perjudicando en gran medida a los autores de los trabajos.
Aún así, nos encontramos con que en los últimos años, se está produciendo un cambio en esta tendencia. Están empezando a surgir un nuevo grupo de revistas, que principalmente bajo el amparo de Internet (utilizan un soporte electrónico únicamente) permiten un libre acceso por cualquier persona interesada y en general (no conozco excepciones) permiten a los autores retener sus derechos de autoría. Estas revistas son conocidas como “Revistas Open Access” (acceso libre). Dentro de ellas, podemos citar ilustres ejemplos como PLOS o la editorial Bentham open entre otras muchas. Ver, para un directorio de estas revistas.
Aún así en estos momentos nos encontramos con un problema. Las revistas de libre acceso se ven obligadas al cobro a los autores de una tasa en función de los costes de edición y mantenimiento de estas revistas. Diferentes países ya cuentan en sus proyectos con partidas presupuestarias destinadas a los costes asociados a la divulgación de los resultados obtenidos de esos proyectos, pero en otros países, como España, aún resulta complicado soportar estos costes de edición (las cifras pueden superar los 3000 dólares por artículo). Aún así, a los estados parece que les resultaría rentable pagar por la publicación de artículos individuales y no tener que soportar los elevados costes de las suscripciones a revistas científicas. Pero de ser así, estos organismos deben hacer un esfuerzo aumentando las partidas presupuestarias al respecto de este punto.
Para ver algo de historia del open access, ver.
1 comentario:
Digital.CSIC es un claro apoyo a la iniciativa open access. Así, el CSIC se une a otras grandes instituciones como el CNRS o el Max-Planck en el apoyo a la Declaración de Berlin, para promover el depesotio de trabajos científicos en repositorios institucionales de acceso libre.
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