La gente, aunque tenga una amplia formación en otros temas, puede cometer errores tan básicos como el que se relata en esta entrada. Recientemente, los autores de esta bitácora asistimos a la investidura de Dr. D. J. L. Arsuaga como miembro de número de la Real Academia de Doctores. En la replica a su discurso, un miembro de dicha academia cometió el error de equiparar Evolución con Avance. La teoría de Darwin no intenta explicar el origen de la vida como tal, sino la diversidad biológica que observamos. ¿Cómo surgió la vida?, ese es otro cantar. En otras palabras, la teoría evolutiva nos permite explicar el mecanismo por el cual han aparecido todos los seres vivos que encontramos en la naturaleza una vez que el primer organismo vivo apareció. De esta manera, todos los organismos que viven en un medio serán sometidos a las características este medio y serán seleccionados en función de que sean capaces de sobrevivir en él o no (en función de sus propios caracteres). Este razonamiento conduce a un error que es comúnmente aceptado sobre la evolución, y es su sinonimia con el avance, el progreso o la mejora. Este error, es ampliamente cometido y asumido por la sociedad y debe tener una raíz meramente antropocéntrica, por suponer que nosotros somos la cúspide de la evolución. En el terreno especulativo nos ingresamos para sugerir la posibilidad de que esta idea puede venir de Aristóteles y su escala natural, aunque en ese caso eran los dioses los que ocupaban la cima de la escala natural.
Es cierto que aquellas especies que sobreviven, que se mantienen, están mejor adaptadas a unas condiciones ambientales precisas que las que se extinguen por no haber soportado esas mismas condiciones, pero en ningún caso eso implica que una especie sea mejor o peor que otra. Pongamos un ejemplo, podríamos entender que las especies son mejores cuanto mayor tamaño cerebral posean, pues a priori, mejores capacidades mentales se le atribuirían, como por ejemplo una mayor memoria o plasticidad de respuesta frente a diferentes estímulos. Aún así, elevados tamaños cerebrales también suponen unos costos para sus portadores pues se asocian con mayores consumos metabólicos y por tanto, mayores demandas de oxigeno. Por ello, si en el medio en que vivimos nos encontrásemos con una disminución de la disponibilidad de este gas, muy posiblemente se seleccionarían individuos con tamaños cerebrales más reducidos, que necesitasen menos oxigeno para sobrevivir y para desarrollar sus actividades vitales. Por tanto, si se estuviesen seleccionando individuos, por así decirlo, más tontos, ¿la evolución también se consideraría progreso? (recomiendo leer al respecto el artículo del enlace). Otros múltiples ejemplos con otras características serían igualmente validos. Por ejemplo, la adquisición y el mantenimiento de la respuesta inmune frente a organismos patógenos supone una considerable ventaja en el mundo en que vivimos, pues supone la principal defensa de nuestro organismo frente a cientos de patógenos. Pero, imaginemos por un momento que desaparecen todos estos patógenos de nuestro mundo, que no hay posibilidad de contraer ningún tipo de infección de este tipo. ¿Sería beneficioso para los organismos mantener un costoso sistema inmune o quizás se verían favorecidos aquellos individuos que en vez de concentrar tantos recursos en su inmunocompetencia lo concentran más en, pongamos, tener un hijo más?. Lógicamente, por no hablar de otros muchos costes que podrían entrañar el mantenimiento de una respuesta inmune en ausencia de patógenos, como sería el caso de alergias o enfermedades autoinmunes que podrían acortar incluso más la duración de la vida de los individuos. Entonces, ¿quién estaría más evolucionado, el inmunocompetente o el que está más immunodeprimido? Aunque este razonamiento se asienta en la base de la suposición, puede mostrar de forma sencilla el significado científico del término evolución y distinguirlo del comúnmente empleado en la sociedad como sinónimo de avance o progreso.
Es cierto que aquellas especies que sobreviven, que se mantienen, están mejor adaptadas a unas condiciones ambientales precisas que las que se extinguen por no haber soportado esas mismas condiciones, pero en ningún caso eso implica que una especie sea mejor o peor que otra. Pongamos un ejemplo, podríamos entender que las especies son mejores cuanto mayor tamaño cerebral posean, pues a priori, mejores capacidades mentales se le atribuirían, como por ejemplo una mayor memoria o plasticidad de respuesta frente a diferentes estímulos. Aún así, elevados tamaños cerebrales también suponen unos costos para sus portadores pues se asocian con mayores consumos metabólicos y por tanto, mayores demandas de oxigeno. Por ello, si en el medio en que vivimos nos encontrásemos con una disminución de la disponibilidad de este gas, muy posiblemente se seleccionarían individuos con tamaños cerebrales más reducidos, que necesitasen menos oxigeno para sobrevivir y para desarrollar sus actividades vitales. Por tanto, si se estuviesen seleccionando individuos, por así decirlo, más tontos, ¿la evolución también se consideraría progreso? (recomiendo leer al respecto el artículo del enlace). Otros múltiples ejemplos con otras características serían igualmente validos. Por ejemplo, la adquisición y el mantenimiento de la respuesta inmune frente a organismos patógenos supone una considerable ventaja en el mundo en que vivimos, pues supone la principal defensa de nuestro organismo frente a cientos de patógenos. Pero, imaginemos por un momento que desaparecen todos estos patógenos de nuestro mundo, que no hay posibilidad de contraer ningún tipo de infección de este tipo. ¿Sería beneficioso para los organismos mantener un costoso sistema inmune o quizás se verían favorecidos aquellos individuos que en vez de concentrar tantos recursos en su inmunocompetencia lo concentran más en, pongamos, tener un hijo más?. Lógicamente, por no hablar de otros muchos costes que podrían entrañar el mantenimiento de una respuesta inmune en ausencia de patógenos, como sería el caso de alergias o enfermedades autoinmunes que podrían acortar incluso más la duración de la vida de los individuos. Entonces, ¿quién estaría más evolucionado, el inmunocompetente o el que está más immunodeprimido? Aunque este razonamiento se asienta en la base de la suposición, puede mostrar de forma sencilla el significado científico del término evolución y distinguirlo del comúnmente empleado en la sociedad como sinónimo de avance o progreso.
11 comentarios:
Buen ejemplo el del sistema inmune... la verdad es que inconscientemente tenía guardada la percepción de que evolucionar y progresar no son lo mismo, pero no había buscado imágenes que me permitieran verlo bien.
Tengo una pregunta... ¿la teoría de evolución planteada originalmente por Darwin se sostiene sin mayores cambios hasta hoy, o ha tenido modificaciones? Pregunto porque me gustaría leer para conocerla, tanto en su versión original como en la actual (si es que difieren).
Y si ya nos adentramos en la percepción del mito del progreso que nuestros queridos ilustrados del SXVIII nos transmitieron ya tenemos la jugada perfecta: confusión total.
Es lo que tiene descapar, uno nunca termina
Totalmente de acuerdo contigo en la visión antropocéntrica ke se da del tema. Cierto es ke nosotros nos hemos adaptado bien al medio (aunk desde mi punto de vista todo está tan elaborado ke sueltas a alguien en medio del campo y se te muere de hambre y de sed)pero de ahí a pensar ke pork tenemos el cerebro más grande estamos más evolucionados parece de coña. Simple y llanamente cuando dicen lo de "si hubiese una guerra nuclear, las únicas ke sobrevivirían serían las cucarachas". Kreo sinceramente ke ellas sí están más evolucionadas ke nosotras y no tienen necesidad ni de tener un pensamiento abstracto ni de poder pintar un cuadro, por poner un ejemplo.
Pero claro, el hombre y sus aires de grandeza...ojo, ke yo no kiero ser cucaracha eh?y no kiero entrar en el tema de las enfermedades autoinmunes ke me tocas la fibra sensible (maldita selección natural, maldita!!!)
Miriam
Besos
Estimados todos,
respondiendo por partes, en primer lugar, dvd la respuesta es sí, la teoría evolutiva planteada por Darwin, basada en la selección natural y la selección sexual es un mecanismo universal. Bien es cierto que, con el paso del tiempo y el desarrollo de nuevas áreas científicas, en especial, la genética, el conocimiento evolutivo va más allá. La esencia es la misma, ciertamente, se puede afirmar que la teoría de Darwin sigue siendo válida tal cual siendo cada día más confirmada, pero estos nuevos avancespermiten un conocimiento más preciso de su modo de actuación. Por citarte algún ejemplo, de la unión de las tesis de Mendel y Darwin surgió la rama del neodarwinismo. Complementos posteriores como los de Trivers o Dawkins, siguen ampliando horizontes, basandose en evidencias que en su momento Darwin, no dispuso.
Por lo demás, Marga y Miriam, es el problema que tenemos al mirarnos demasiado el ombligo. Echando un ojo a la naturaleza, observando las maravillosas adaptaciones que observamos en todos los organismos, es dificil pensar que seamos la cúspide evolutiva, pero probablemente el problema reside en no mirar lo que nos rodea.
Muchas gracias por vuestros comentarios.
Es cierto lo que se plantea pero tal vez esto de que somos el ser más evolucionado no quiera decir el más avanzado sino el que más cambios ha dado. Tal vez supongan esto por la complejidad de nuestra anatomía...
Esta tesis no deja de ser una suposición que muy posiblemente sea errónea, pero si lo decimos con esta pretensión tal vez sí que pueda considerarse como un "no disparate" la afirmación de que unos seres están más evolucionados que otros. Sería igual que decir "unos seres han cambiado más que otros a lo largo de estos últimos años".
Lo que plantea el anónimo (mejor opned vuestros nombres, no por nada, sino por poder dirigirnos a alguien) es precisamente uno de los motivos que llevan a la confusión entre evolución y progreso. El hombre no ha sufirdo más cambios que otras especies. De hecho, aunque los insectos nos parezaca que están ahí abajo, siguen evolucionando, es decir, se siguen produciendo cambios en ellos que luego pueden seleccionarse o no, pero no proceden de un menor número de cambios, si es a lo que te refieres. Muchas de las especies de insectos que viven hoy día aparecieron a la par que el hombre. Piensa que, por ejemplo, la aparición de nuevas especies de mamíferos pudo haber seleccionado a insectos en los que hubiesen podido parasitar, o vivir de algún modo de esos nuevos insectos. Por tanto, no es diferente el número de cambios. El problema seguramente viene de que habitualmente la gente tiende a pensar en una pirámide en lugar de un árbol al representar la diversidad biológica.
Me he explicado fatal: lo que quería decir es que si aparece una especie nueva de mamífero es posible que cambios producidos en algunos insectos permitan a estos últimos parasitar o vivir de algún modo de los mamíferos que han aparecido (y, por tanto, tener una ventaja respecto a otros insectos que no tendrían esa fuente nueva de alimento). Lo que quiero decir, por tanto, es que los insectos han seguido sufriendo cambios (son una de las ramas del árbol, que sigue creciendo), como lo han hecho también los mamíferos (otra de las ramas del árbol en crecimiento).
Espero haber sido más claro ahora. Esto de escribir por la mañana...
Por eso digo que la afirmación es posiblemente errónea. Sin embargo es una posibilidad que admite la teoría de la evolución. Eso nos puede llevar a la confusión de evolución = progreso y nos haga ver al hombre en la cúspide de la pirámide y esto no es cierto (que es lo que resaltáis vosotros y es necesario que se diga).
Más de una vez hemos oído eso de que han encontrado un ejemplar que posiblemente no haya cambiado nada desde...y tal y cual...
Pero sí, realmente estoy de acuerdo con lo que se dice aquí. Sólo quería señalar la posibilidad de ese sentido que puede tener esa afirmación y que puede considerarse como una afirmación no del todo errada.
Ciertamente, si en este últimos comentario es a lo que te refieres, existen animales "primitivos" conocidos como fósiles vivientes. Estas son especies que aparecieron por primera vez, en épocas muy pretéritas. En general, estas especies se restringen a áreas muy concretas (profundidades marinas,...) que conservan caracteristicas ambientales que posibilitan su existencia. En tiempos pretéritos, sus áreas de distribución posiblemente fuesen mayores, pero en la actualidad se ven restringidos a muy pocos territorios. En este sentido, creo que nuestras opiniones van por el mismo sentido.
Muy buen artículo! Me ha encantado! encantado de conocer tu blog! ;-)
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