13 julio 2007

¿Es la música una droga acústica?

¿Por qué nos emociona una melodía y otra nos desagrada profundamente?¿Qué nos incita a bailar en presencia de cierto tipo de música?¿Cuál es el origen de la música? Preguntas sencillitas, como a mí me gusta, que intentaré responder con cautela en dos apuntes independientes para no aburrir al personal.

Dice Benedick en Mucho ruido y pocas nueces: ¿No resulta extraño que los intestinos de la oveja arrebaten las almas de los cuerpos de los hombres? La relación entre música y emociones, aunque parezca extraño, no se ha comenzado a estudiar hasta hace bien poco. Se sabe que el aspecto emocional de la música tiene que ver con la activación del sistema límbico e incluso con algunas regiones de la corteza cerebral. Se sabe además que la música aumenta la liberación de dopamina en el núcleo accumbens (lo que constituye un estímulo positivo, como si se tratase de una droga) y también produce liberación de endocannabinoides y endorfinas. Y se ha estudiado también si se activan diferentes regiones en el cerebro en función de si una música es agradable o desagradable. Lo que se ha visto a este respecto es que cuando la música es agradable hay una activación mayor de los lóbulos frontales y cuando la música es desagradable se activan los lóbulos temporales, aunque todavía no está muy clara la razón de esta separación.
A lo que han contribuido estos estudios es a confirmar la teoría modular de la percepción musical, que propone que los diferentes aspectos de la música (emoción, ritmo, tono, etc) se procesan en regiones diferentes y parcialmente superpuestas de ambos hemisferios cerebrales. Y además estas regiones presentan una gran variabilidad interindividual (el aprendizaje, obviamente tiene mucho que ver en estas diferencias e incluso el estilo cognitivo del individuo, para más información visitar este interesante apunte en Psicoteca).

Las emociones que genera la música son tan intensas que pueden llegar a ser patológicas, como en el caso de la epilepsia musicogénica, donde se induce un ataque epiléptico por la audición de cierta música. En el desencadenamiento de estos ataques no parece que sea importante la estructura de la pieza musical en sí (como ocurría con aquellas imágenes de Pokemon en Japón) sino con las emociones que activa la música en cuestión.
El aspecto inverso de la epilepsia musicogénica serían las alucinaciones musicales, en las que una activación eléctrica anormal de estructuras del lóbulo temporal mesolímbico activaría redes de memoria musical que hacen que el individuo escuche sin cesar alguna canción determinada. Oliver Sacks comenta alguno de estos casos en Un antropólogo en Marte, en personas de avanzada edad que escuchaban continuamente canciones de sus años mozos.

Por último, y para hacer honor al nombre del blog (que hoy debería llamarse el cerebro de Mozart), hablemos un poco de evolución. ¿Es posible que el desarrollo de la percepción musical pueda tener alguna función biológica adaptativa? No parece que sea el caso. Steven Pinker lo explica muy bien: Hasta la fecha se han hecho muchas sugerencias- la música une al grupo social, disipa la tensión, coordina la acción, intensifica el ritual- pero ¿por qué los sonidos rítmicos unen al grupo, disipan la tensión, etcétera? En lo que respecta a las causas y los efectos biológicos la música es inútil. No muestra la presencia de signos que indiquen que está diseñada para alcanzar un objetivo, como sería la longevidad, tener nietos o una percepción y predicción exactas del mundo.[...] La música parece ser pura tecnología del placer, un cóctel de drogas de entretenimiento que ingerimos a través del oído para estimular una masa de circuitos del placer al mismo tiempo.
La idea de Pinker es que la música es un subproducto evolutivo genuino del hombre y que procedería de otras facultades mentales como el lenguaje, el análisis de la escena auditiva, los reclamos emocionales, la selección del hábitat, y el control motor (del que hablaré en el siguiente apunte). La cuestión que queda pendiente es, entonces ¿por qué la música amansa a las fieras?

Alguna bibliografía al respecto:
Boso, M. et al. (2006), Functional Neurology 21(4): 187-191.
Pinker, S., Cómo funciona la mente, Ed.Destino 2007.
Zatorre, R.J. et al. (2007), Nature Rev. Neuroscience 8:547-558.

18 comentarios:

Anónimo dijo...

Antes de preguntarnos ¿por qué la música amansa a las fieras? yo me pregunto ¿La música amansa realmente a las fieras, o es otra de las innumerables leyendas urbanas?

Marcel dijo...

Excelente el post.

Me parece interesante la busqueda de Pinker de una explicación teleológica (aunque no la encuentre) del rol que tiene la musica en el objetivo del hombre, y su conclusión de que la música es puro placer, un subproducto de la evolución del hombre.
Como bien plantea la pregunta final (que debe ser retórica), la música amansa las fieras, por lo que ya desde muy primitivamente los patrones que diferencian el ruido del sonido se deben haber estructurado... y el sonido de la música igualmente...
Esto quizá lo puedan responder algunos de los autores del blog.

A mi me llama poderosamente la atención cómo es posible que hayan ciertos patrones que el cuerpo interpreta como música y otros como ruido.
Y no está esto solamente vinculado a las ondas sonoras, sino a lo visual, a lo tactil, a lo conceptual.
Hay cosas que en nuestra vida son "ruido". En estos casos hay que "bajar los decibeles" Como se decía, "amansar la fiera".

Cuando estamos en paz, en "equilibrio", decimos que hay "musica"...

En fin...

Saludos.

Pedro Garrido dijo...

nemo: cuando escribí esta pregunta pensé exactamente lo que has comentado. Si te digo la verdad no he consultado nada al respecto, por lo que la pregunta es más retórica que otra cosa, aunque, y esta es también respuesta para
marcel: interesante tu comentario que he de puntualizar con una cosilla que he leído recientemente. Parece que estudios de EEG han mostrado que mientras que en humanos el cerebro "se sincroniza" con la música (las ondas pareces seguir el mismo patrón que la música que se escuxcha) esto no se da en el resto de animales (se ha hecho, por ejemplo, en pájaros). Estos ya nos está diciendo que hay diferencias claras entre la percepción de la música entre animales y humanos. En cuanto a lo que comentas acerca de patrones que puedan ser interpretados como ruidos, creo que ahí interviene también la melodía, que es pieza fundamental en la música. Y no debe olvidarse, por supuesto, el aspecto cultural: nos han eseñado de pequeños lo que es la música y a veces hay que entrenar el oído para que una música nos suene como tal (un ejemplo claro de esto es la música clásica contemporánea).

Gracias por los comentarios, como siempre.

Anónimo dijo...

Un artículo muy interesante, de verdad. Hace poco pusieron uno parecido pero con algo menos de detalle en otro blog...
La respuesta que se me ocurrió entonces respecto a la finalidad de la música es la siguiente:
El trabajo en equipo a veces requiere coordinación en el tiempo, requiere ritmo.

Otra pudiera ser que fuesemos capaces de identificar sonidos, o pautas de sonidos con estados de bienestar y esto nos guste. Por ejemplo, en la selva, oímos pájaros cantar. Si siguen cantando tranquilamente eso nos dice que no se acercan depredadores. Si se van volando...¡Alerta! Tal vez el cine nos ha enseñado qué sonidos son los que significan: Ey chico, todo va genial!!!

Bueno, como podeis intuir es todo pura especulación realmente no tengo ni idea, pero eso se me ocurrió la vez que me preguntaron...así que por no ponerlo no sea...

No sé si la música amansa a las fieras o no. Recuerdo un video curioso de un hombre que decía ser capaz de amansar fieras con la guitarra. Hicieron la prueba y se liaron a mordiscos con el. Menos mal que llevaba un traje anti mordiscos. Esa vez no funcionó, es un hecho graciso (el hombre no sufrió daños), pero no una evidencia. Estaría bien saber más sobre este tema...

Por cierto, lo del EEG y la música y como se acoplan es una cosa muy curiosa que siempre me llamó la atención.

Freman dijo...

¿La música amansa realmente a las fieras, o es otra de las innumerables leyendas urbanas?

Siempre que la fiera no sea sorda...

Hay un nuevo libro en Drakontos, "The Singing Neanderthals", traducido por algún "gracioso" como "Los neandertales cantaban rap". El autor le da bastante caña a la teoría del "subproducto"... pero aún no me lo he terminado.

Añado por mi cuenta que existe una relación comprobable entre las habilidades musicales y la capacidad para las matemáticas.

Freman dijo...

La cuestión que queda pendiente es, entonces ¿por qué la música amansa a las fieras?

O también, ¿por qué, cuando los rusos están alegres, cantan canciones basadas en la escala menor, que a este lado de los Urales suenan tristes?

Anónimo dijo...

La música como "tarta de sonidos" de Pinker es sólo una de las ideas existentes. En realidad otros abogan por la música como un lenguaje estructurado y capaz de evocar emociones según parámetros medibles y con reglas. Sugiero la lectura de una review de Panksepp que, aunque tenga sus añitos (cinco), no deja de ser interesante.

Pedro Garrido dijo...

jc: creo que llevas razón en alguna de las cosas que comentas, por ejemplo en que un cierto patrón de sonidos puede recordar ciertas características agradables, como un hábitat en el que no hay depredadores (esa es la selección de habitat a la que se refiere Pinker).
No estoy tan de acuerdo en lo de la coordinación del grupo. No veo mucha relación entre ambas cuestiones.

Freman: el libro al que te refieres es ese en el que sale un chimpancé con unos auriculares, ¿no? La portada es genial. En cuanto a lo de los subproductos, yo no creo que todo lo que hay tiene por qué tener un motivo. Ya tuvimos algún rifi-rafe en relación con la vejiga, por ejemplo. Y no creo que la música dote de alguna ventaja adaptativa al individuo o al grupo en conjunto (como en el caso de la religión).
Lo de que la música amansa a las fieras yo creo que es más bien un mito. Hwe leído por ahí, por ejemplo, que lo del baile de las serpientes no tiene que ver con la música sino con los movimientos que hace el que la "doma".
En cuanto a lo de las matemáticas, llevas razón. Comentaré algo que tiene relación con ello en el siguiente apunte.

algernon: me he imprimido el artículo. Ya te comentaré, ero tiene muy buena pinta. Gracias por la referencia. Por cierto, Pinker no rechaza en ningún momento la capacidad de evocar emociones por parte de la música y de hecho él piensa que ese es precisamente su principal motivo de haberse perpetuado y que sea algo común a prácticamente todas las culturas. En cuanto a su relación con el lenguaje, ahí ya hay más discrepancias. ël no piensa que la música tenga tanto que ver con el lenguaje como otros afirman. Pero como bien dices, la suya es sólo una de las múltiples teorías al respecto. La propuse por que da bastante juego a la hora de discutir sobre el tema-

Gracias a todos por las aportaciones.

Anónimo dijo...

Eso de la relación entre la música y las matemáticas promete ser interesante.
Por cierto, no sabía que Pinker había dicho esto. Supongo que se nos ocurrió la misma idea...

Miyita dijo...

Realmente interesante, yo no conozco mucho de estos temas, pero se me ocurre que el ritmo y las matemáticas tienen mucha relación (es mas creo haber leído por algún lado que los niños con habiblidades musicales también son buenos en matematicas)Si se estudió el efecto que tiene la música sobre el agua congelada y los cristales que "dibuja", digamos que el ruido produce cristales poco ordenados y armónicos, en cambio la música produce cristales de hielo bellísimos a la vista. ¡Ah! en mi pais los ganaderos productores de leche están beneficiandose del efecto de la música sobre la producción y aumento de leche, que amanse las fieras no lo se pero que ayuda a producir mas leche siiiii.

Aloe dijo...

Sería muy interesante saber qué relación hay entre la música y las otras "artes", o capacidades para la estética y el placer gratuito.
Lo que se dice de la música puede incluir con claridad y sin dificultad conceptual a la danza, que viene a ser lo mismo, pero incluyendo todo el cuerpo en la ejecucion y el aspecto motor de la misma.
Pero ¿hay relación neurologica entre la música y las artes plásticas, por ejemplo? ¿Emplean "módulos" comunes? ¿Se pueden sacar las mismas consecuencias en cuanto a ser un "subproducto" evolutivo sin utilidad adaptativa? ¿Tenemos alun "módulo generico" para la experiencia estética?

Pedro Garrido dijo...

miyita: lo de las matemáticas y la música es verdad. De hecho, simplemente para tocar música hay que calcular en cierto modo los compases, lo que ayuda a crear una estructura "inconsciente" (memoria implícita) que puede ser muy útil para los niños.
En cuanto a lo de la producción de la leche y la música, lo he kleído alguna vez, pero no sé en qué se basa. Si sabes algo al respecto me gustaría saberlo. Un saludo.

jarama: excelentes preguntas para las que por desgracia no tengo respuesta (¡ya me gustaría!). En el caso de la danza, sí que puede darte alguna respuesta el apunte siguiente, pero en cuanto a áreas comunes que den cuenta de la percepción estética, yo apostaría que eso es precisamente lo que ocurre y tiene mucho que ver en ello, cómo no, el sistema límbico. Últimamente se está estudiando mucho lo que se denomina neuroarte (Zeki es uno de los que más se está dedicando a ello). Si te interesa algo de bibliografía te la puedo proporcionar, pero respuestas a las preguntas que planteas creo que todavía no hay.
Sí me parece que todas las artes pueden ser subproductos evolutivos: lo que siempre se dice es que el arte no sirve para nada, salvo para disfrute del que lo consume. Por mucho que te emocione un poema de Cernuda (a mí me emocionan) no creo que tenga ninguna ventaja evolutiva sobre quien no ha leído nada de Cernuda. Otra cuestión es si las pintadas en las cavernas eran sólo arte o eran una forma de ilustrar a los demás del grupo cómo cazar o la localización de las posibles presas. En ese caso la repressentación pictórica sí tendría un valor adaptativo, pero no el gusto estético en sí que esas pinturas provocasen en los que las contemplaban.
No sé si he liado mucho las respuestas.

En todo caso, gracias por participar.

Aloe dijo...

Pienso que las pinturas de las cavernas, por ejemplo las de temas de caza, podrían "ilustrar" al grupo en el sentido indirecto de ser parte del aprendizaje de los cazadores, lo que seguramente incluía ritos mágicos, iniciáticos y demás, y las pinturas como parte de todo ello, pero eso no es explicación suficiente que permita adjudicar un valor adaptativo al sentido estético que tienen.
Aunque nos cueste hacernos una idea desde nuestras culturas letradas, cuando todo lo que se sabía estaba en la memoria, en el cerebro de las personas de un grupo pequeño (unas docenas de personas), su transmision completa y fiable a la memoria de la generación siguiente era cuestión literalmente de vida o muerte, y sabemos de sobra por experiencia lo que afecta la carga emocional y la motivación a lo fuertemente o débilmente grabado que se nos quedan las cosas en la memoria.
Por lo que los (plausibles) ritos o carga mégica y emocional del aprendizaje no era un adorno sin valor adaptativo o algo superfluo (en términos generales sigue sin serlo, como saben todos los que tienen que enseñar a alumnos sin interés :-)).
Eso no explica, de todas formas, por qué los grabados, pinturas, y el resto de los elementos rituales tienen ese valor estético, o que ese valor estético exista para nosostros como especie.
No sé si me he explicado bien: Un diagrama de circuitos es útil para la sociedad (si está bien hecho, desde luego), transmite información, sirve para aprender: pero no transmite ese valor estetico, ni se hace con esa intención. Esa intención, ese cuidado atento (esa devoción, si esa palabra puede ser empleada en sentido amplio), creo que son evidentes en los que hicieron esas pinturas, sobre todo para quien haya visto pinturas originales. Y quienes las hicieron tenían nuestro mismo aprecio por el valor estético en sí de sus obras.

Symp dijo...

Mi mas sincera felicitación: me ha encantado encontrar un blog así.

No sólo la exposición es clara y despejada, sino que aporta decenas de ideas para observar perspectivas diferentes gracias a la fisiologia y la neurobioquímica.

Una cantidad de información que desconocía y que no dejaré pasar.

Excelente entrada.

Pedro Garrido dijo...

Muchas gracias por el comentario, Symposion. Esperamos verte más por aquí.
Un saludo.

Mel dijo...

Para una discusión absolutamente interesante que le dice a Pinker que la música -como el resto de las artes temporales- no es una cheesecake, refiero a los lectores a Ellen Dissanayake, la cual considera que la necesidad de una interacción más amplia madre-hijo, durante la evolución humana, provocó que la comunicación fuera más intensa y adoptara una naturaleza musical.

Es haaarmoso el aporte de esta autora, tira a la merd la idea de Pinker y de Miller.

Salút!

Mel dijo...

... escribo esto que es nada para clikear en la opción de que si alguien responde sí me avise, cosa que no hice en mi comment anterior.

Mel dijo...

PD: Freeman, el autor que comentas se llama Mithen. Pinker consideraba que la música toma prestado la “maquinaria mental” que subyace a los rasgos prosódicos del lenguaje para crear nuestra competencia musical. Mithen rechaza esta hipótesis y la invierte, a partir de las observaciones sobre el habla dirigida al bebé (infant direc speech o babytalk o el menos exitoso "mothernese"), diciendo que son las redes neuronales del lenguaje las que, o bien se construyen sobre las musicales, o bien las reproducen.